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Aceites Esenciales contra Bacterias, Virus y Hongos

Una gran ventaja de los aceites esenciales es que no poseen efectos secundarios negativos, a diferencia de las medicinas sintéticas y las sustancias químicas de la medicina moderna. Por otra parte, al tratar una enfermedad de origen bacteriano o viral, los antibióticos que recetan los doctores son totalmente ineficaces contra los virus (causantes de las gripes comunes). Cuando hacen su trabajo, es decir, destruir bacterias patógenas en nuestro cuerpo, también destruyen las bacterias buenas que nuestro cuerpo necesita para ayudar a su metabolismo y funciones inmunológicas.
Cuando nos recuperamos de una enfermedad con ayuda de antibióticos, tal vez hayan destruido a los organismos invasores, pero nuestro sistema inmunológico también ha sido abatido. Esto nos hace más susceptibles a la próxima invasión de bacterias, hongos o virus. Por lo tanto, cuando los niños comienzan a tomar antibióticos para las infecciones de oído y otras afecciones típicas de la infancia, quedan atrapados en una espiral descendente de enfermedades que reaparecen periódicamente. Una vez que se recuperan de una enfermedad, están listos para contraer otra. Cuando se vuelven a enfermar su sistema requiere antibióticos más y más fuertes que a la larga terminan con una enfermedad crónica (y posiblemente grave) en el transcurso de su vida. 
Por el contrario, cuando los aceites esenciales se utilizan para atacar a una bacteria que ha invadido nuestro cuerpo, actúan de manera selectiva ya que poseen una inteligencia natural. Saben cuáles son los aceites dañinos y cuáles son los buenos, de manera que, al eliminar la bacteria que produce la enfermedad, las bacterias buenas permanezcan vivas para ayudar al cuerpo. Esto es muy distinto a los antibióticos que nos debilitan y propician que contraigamos enfermedades futuras.
Con esto no estamos diciendo que los antibióticos no tengan un lugar en el proceso de curar. Lo tienen, pero deben utilizarse con moderación y precaución. Se deben tener en cuenta sus efectos secundarios. Sus consecuencias a largo plazo pueden superar cualquier beneficio inmediato y temporal.
Bacterias resistentes a antibióticos
Los antibióticos son la razón por la que existen cepas de bacterias resistentes. Cuando se utiliza un antibiótico, miles de millones de bacterias mueren, pero puede que unas pocas sobrevivan. A la larga, estas pocas pueden multiplicarse hasta ser miles de millones de bacterias resistentes o inmunes al antibiótico que estimuló su creación. Algunas de esas cepas son tan agresivas que pueden causar la muerte.
En respuesta, las compañías farmacéuticas siguen desarrollando antibióticos nuevos y más poderosos, pero que nos mantienen en una espiral de desarrollo de nuevas cepas de bacterias resistentes.
El motivo por el que las bacterias se pueden volver resistentes a antibióticos específicos es que la composición química de estos medicamentos es idéntica en cada producto. A la calidad homogénea de un producto se la conoce como "pureza farmacológica", que es el orgullo de las empresas farmacéuticas. Quieren que los médicos sepan que año tras año seguirán teniendo exactamente el mismo químico, con exactamente el mismo resultado. Por otra parte, para procesos de su investigación científica es indispensable eliminar la variabilidad química del producto que se investiga. A los científicos y médicos no les gusta someter a prueba cosas como los aceites esenciales, porque estos introducen una variable incontrolable a la ecuación.
Desafortunadamente, la pureza de los medicamentos sintéticos es su talón de Aquiles: debido a la previsibilidad y homogeneidad de cada antibiótico específico, las bacterias a la larga aprenden a reconocerlo y se adaptan volviéndose resistentes.
Los aceites esenciales no pueden ser patentados para así dar un monopolio redituable a las farmacéuticas. Los aceites esenciales son como los vinos finos: por más que se los cultive en los mismos campos, el resultado cada año será ligeramente diferente. Además, los aceites cultivados en distintos países condistintos suelos y climas pueden variar mucho pese a ser de la misma especie de planta. 
Con un producto cuya química nunca es exactamente la misma, las farmacéuticas no pueden lograr su pureza homogénea, y un médico no puede saber que el aceite que usa es químicamente exactamente igual al del mes pasado. Además, los estudios controlados con parámetros médicos no pueden efectuarse con aceites naturales porque nunca se cuenta con exactamente el mismo material químico.
Esta impredecible variación en la composición de un aceite, tan indeseable y desventajosa para la farmacéutica, es una de las mayores ventajas de los aceites esenciales. Debido a su imprevisibilidad, las bacterias nunca pueden aprender de qué manera resistirse a los aceites esenciales. Por lo tanto no pueden volverse inmunes a ellos y jamás podrán crear cepas resistentes.
Mientras los días de los antibióticos están contados desde su invención, los aceites esenciales que resultaban eficaces para combatir bacterias, virus y hongos en Egipto e Israel miles de años atrás, son igualmente eficaces en la actualidad. Su eficacia no ha disminuido ni disminuirá, ni siquiera en miles de años.

Aceites Esenciales con frecuencia electromagnética

Existe otra dimensión del poder curativo de los aceites esenciales, y tiene que ver con sus propiedades eléctricas. Todos los aceites esenciales tienen una carga eléctrica, generalmente electrones o iones negativos que son curativos y saludables. Además son energéticos, generan nanovoltios de electricidad (millonésimas de voltio) en frecuencias de megahercios (esto es en el rango de frecuencias de radio o millones de ciclos por segundo).
Estas frecuencias se miden con instrumentos diseñados adecuadamente para ello. En una serie de experimentos realizados en Washington, publicados por Reference Guide to Essential Oils se descubrió lo siguiente:
La frecuencia de los aceites esenciales oscila entre 53-320 MHz, la más alta entre todas las sustancias conocidas. Los aceites con frecuencias más bajas resuenan en los sistemas corporales que poseen dichas frecuencias, tales como los huesos y las articulaciones y, de esa manera, les aplican vibraciones curativas. Cuando se mezclan varios aceites surge una frecuencia de base que puede ser más alta o más baja que la de cualquiera de sus componentes.
En comparación, las hierbas frescas miden 20-27 MHz; las hierbas secas, 12-22 MHz; y los productos frescos, 5-10 MHz. Los alimentos procesados o enlatados miden cero, están muertos. En otras palabras, contienen nutrientes químicos, pero no la nutrición electrónica vital de los alimentos frescos.
Las mediciones en el cuerpo humano demostraron que una persona saludable posee una frecuencia de alrededor de 62-68 MHz. Cuando la frecuencia de una persona desciende a 58 MHz, puede manifestar síntomas de un resfrío. Los síntomas de la gripe comienzan en 57 MHz; los de candidiasis a 52 MHz; y el síndrome de Epstein Barr a 52 MHz. El cáncer puede comenzar cuando el cuerpo desciende a menos de 42 MHz. El proceso de muerte comienza a los 25 MHz y finaliza en 0 con la muerte.
En otros experimentos se midieron los efectos del café y se descubrió que con sólo sostener una taza de café disminuye la frecuencia del cuerpo en 8 MHz, y que beber un solo sorbo puede hacer que la frecuencia disminuya hasta 14 MHz. Cuando se inhalan aceites esenciales después de tomar café, las frecuencias del cuerpo se restablecen en menos de un minuto, pero si no se aplica ningún aceite puede tomarle hasta tres días al cuerpo recuperarse de un único trago de café.
Todavía no se dispone de información sobre la frecuencia de todos los aceites. A continuación listamos unos pocos:

Peppermint
78 MHz
Tanaceto Azul (en Valor y Peace&Calming)
105 MHz
Lavanda
118 MHz
Helicresium (en Pan Away)
181 MHz
Rosa
320 MHZ

Además se descubrió que la frecuencia de los aceites se ve afectada por nuestros pensamientos. Los pensamientos negativos disminuyeron la frecuencia de los aceites en 12 MHz, mientras que los pensamientos positivos las elevaron 10 MHz. La oración marcó una diferencia aún mayor, pues elevó el nivel de las frecuencias en 15 MHz.

Por lo tanto, una de las modalidades curativas más importantes de los aceites es su capacidad para elevar nuestra frecuencia corporal hasta niveles donde las enfermedades no pueden existir. Esto se entiende con facilidad si recordamos que cada gota de aceite es capaz de aportar con 40mil moléculas de alta frecuencia de vibración por cada una de las células de nuestro cuerpo.

Cómo funcionan los Aceites Esenciales en el cuerpo

Debido a la diminuta estructura molecular de sus componentes, los aceites esenciales son extremadamente concentrados. Una gota contiene 40000000000000000000 (CUARENTA MILLONES DE BILLONES) de moléculas. En nuestro cuerpo tenemos 100000000000 (CIEN BILLONES) de células. Entonces, una gota de aceite esencial contiene suficientes moléculas para cubrir cada célula de nuestro cuerpo con 40000 (CUARENTA MIL) moléculas.

Tengamos en cuenta que sólo se necesita una molécula para abrir un sitio receptor en la célula y comunicarse con su ADN, de tal manera que se corrija la función de dicha célula. Entonces es fácil comprender como una gota o una pequeña cantidad de aceite en el aire puede causar un profundo efecto en el cuerpo, el cerebro y las emociones.
Los aceites esenciales son mezclas naturales de decenas y hasta cientos de constituyentes conformados en su totalidad por carbono e hidrógeno, y a veces también oxígeno. Todos los aceites esenciales se componen principalmente de una clase de compuestos orgánicos formados con “unidades de isopreno”. Su peso molecular es de sólo 68 UMA
Fenoles y fenilpropanoides
Hay decenas de variedades de fenoles y los fenilpropanoides. Si bien los fenoles crean condiciones donde los virus y las bacterias enemigas no pueden subsistir, la función más importante que llevan a cabo con los fenilpropanoides es la de limpiar los sitios receptores de las células. Sin sitios receptores limpios, las células no se pueden comunicar y el cuerpo funciona mal, lo cual resulta en una enfermedad.
Monoterpenos
Existen aproximadamente 2000 variedades de monoterpenos, que se encuentran en la mayoría de los aceites esenciales. Son compuestos que contienen dos unidades de isopreno, con un peso molecular de 136 UMA.
Además de ofrecer distintas propiedades curativas, la capacidad más importante de los monoterpenos es que pueden reprogramar la información mal escrita en la memoria celular (ADN). Si tienen una codificación incorrecta en su memoria, las células funcionan mal y ocurren enfermedades, incluyendo las letales.
Sesquiterpenos
Existen más de 10000 tipos de sesquiterpenos en los aceites esenciales. Son compuestos que contienen tres unidades de isopreno, con un peso molecular de 204 UMA.
Las moléculas de sesquiterpeno proporcionan moléculas de oxígeno a las células, como la hemoglobina lo hace en la sangre. Los sesquiterpenos también pueden borrar o desprogramar los códigos mal escritos en la memoria celular. Se cree que los sesquiterpenos son especialmente eficaces contra el cáncer. La explicación es la siguiente: El problema principal de una célula cancerosa es que contiene información errónea y los sesquiterpenos pueden eliminar esa información tergiversada. Al mismo tiempo, el oxígeno que transporta el sesquiterpeno crea un ambiente en el cual las células cancerosas no se pueden reproducir. Por lo tanto, los sesquiterpenos atacan a las células cancerosas de dos maneras: deshabilitando su mal comportamiento codificado y deteniendo su crecimiento.
Triple Impacto
La poderosa combinación de Fenoles, Monoterpenos y Sesquiterpenos que se encuentra en los aceites esenciales, es probablemente uno de los principales aspectos responsables del poder terapéutico tan conocido por quienes los han usado.

Aceites Esenciales para el cerebro y las emociones

Uno de los aspectos curativos más poderosos de los aceites esenciales es su capacidad de penetrar la denominada "barrera hematoencefálica". Al respirar las moléculas de aceite por los tractos posteriores de la nariz, éstas van directamente al cerebro, hacia una parte llamada amígdala (o diencéfalo). Esta es la oficina central del sistema límbico, que maneja el sistema de almacenamiento de todas las experiencias emocionales. Dicha parte del cerebro no comprende las palabras y no puede comunicarse mediante el lenguaje oral o escrito, pero sí responde al olfato. Por lo tanto, los aceites esenciales proporcionan poderosas vías de contacto con esa parte no verbal de nuestro cerebro que almacena nuestros sentimientos y emociones. Esta es la razón por la que al oler una torta de chocolate, por ejemplo, le viene el recuerdo de la antigua cocina de la abuela cuando era niño. 
Es interesante saber que si bien el cerebro es el coordinador de los recuerdos emocionales, en realidad no todos los recuerdos se almacenan allí. Cuando vivimos una experiencia emocional, especialmente una traumática o dolorosa, la amígdala asigna una parte del cuerpo para que recuerde esa experiencia hasta que usted esté listo para afrontarla. Mientras tanto, las emociones almacenadas nos pueden enfermar. Por lo tanto, cuando los aceites esenciales activan un recuerdo emocionante o perturbador, nos dan la oportunidad de lidiar con esa emoción y sacarla de nuestro sistema, efectuando así una curación.
Durante años se creyó que los tejidos intersticiales del cerebro funcionaban como una barrera para impedir que las sustancias perjudiciales llagaran hasta las neuronas del cerebro y el líquido cerebro-espinal. En lugar de una barrera, sería más adecuado considerarla como un filtro por el cual sólo pueden pasar moléculas de un tamaño determinado o más pequeñas. Los médicos no lo aseguran, pero al parecer sólo las moléculas con un peso molecular inferior a 800-1000 unidades de masa atómica (UMA) logran atravesar la barrera hematoencefálica. Aparentemente otro factor que facilita el paso a través de ella es la solubilidad en lípidos. Las moléculas de los aceites esenciales no sólo tienen un peso molecular de 500 UMA o menos, sino que son solubles en lípidos.
Por esa razón son aromáticos: sus moléculas son tan pequeñas que se mezclan fácilmente en el aire para poder entrar en nuestro olfato y ser detectadas como aroma y olor. Los aceites esenciales de cada especie atraviesan la barrera hematoencefálica, y eso los hace únicos. Son capaces de tratar una enfermedad no sólo a nivel físico, sino a un nivel más básico y fundamental: el de las emociones, que a menudo son la raíz de las enfermedades físicas.

Poder Antioxidante de Aceites Esenciales

ORAC significa Oxygen Radical Absortion Capacity (Capacidad de Absorción de Radicales de Oxígeno). Cuanto más alto es el valor ORAC, mayor es la capacidad de una sustancia para destruir los radicales libres que producen la oxidación de nuestro cuerpo, retrasando de esta manera el proceso de envejecimiento y previniendo el cáncer y otras enfermedades. La siguiente lista muestra algunos ejemplos de valores ORAC:


Valor Antioxidante ORAC (mm TE/100gr)* de frutas seleccionadas
Zanahoria
210
Naranja
750
Frambuesa
1.220
Fresa
1.540
Arándano
2.400
Baya de Goji
25.300
Valor Antioxidante ORAC (mm TE/100gr)* de Aceites Esenciales Young Living
Lavanda
3.669
Incienso
6.125
Limón
6.619
Canela (en Thieves)
10.340
Helicrysum (en PanAway)
17.430
Menta Piperita
373.455
Clavo de Olor (en Thieves)
1’078.700
Palo de Rosa (en Valor)
1’131.978
Ylang Ylang (en Peace & Calming)
1’300.478

* Las unidades de ORAC indicadas arriba son micromoles (mm) de Equivalentes Trolox (TE) por cada 100 gramos. Algunas fuentes proporcionan los ORAC por kilogramo, siendo su valor 10 veces más alto. Al comparar os valores hay que asegurarse de que estén en las mismas unidades


Las bayas de Goji chinas de la región Ningxia son el alimento con el valor ORAC más alto del mundo, mientras el aceite de Ylang Ylang, que se destila de flores cultivadas en las afueras de Guayaquil, es uno de los aceites con valor ORAC más elevado, pues es 55 veces más potente como antioxidante que el Goji, 540 veces más que los arándanos y 6190 veces más que las zanahorias. La mayoría de los aceites esenciales poseen un valor más alto que la mayoría de las frutas y verduras, como se muestra en la tabla anterior.
Los aceites esenciales tienen los valores ORAC más altos de todas las sustancias del planeta. Una onza de aceite de clavo de olor posee una capacidad antioxidante igual a 320 libras de zanahorias o 7 galones de arándano. Los valores ORAC excepcionalmente altos de los aceites esenciales nos dan una razón más para incluirlos en nuestro entorno diario (inhalándolos, ingiriéndolos y aplicándolos al cuerpo), porque pueden brindar apoyo a todos los sistemas corporales y contribuir eficazmente a una vida longeva y saludable, incluso si se utilizan cantidades mínimas o sólo se inhalan.
Otra gran ventaja de los aceites esenciales como suplementos para la salud frente a las medicinas sintéticas, es que no tienen efectos secundarios como las sustancias químicas de la farmacología moderna. Por ejemplo, las tinturas de yodo, mertiolate, mercurocromo y otros antisépticos efectivamente matan los organismos que pueden invadir una herida abierta, pero son tóxicos, destruyen el tejido humano y retrasan la curación. En cambio, los aceites esenciales atacan a los organismos invasores mientras favorecen la recuperación del tejido dañado.

La Química de los Aceites Esenciales

Los Aceites Esenciales se componen de diminutas moléculas, todas con menos de 500 unidades de masa atómica (UMA o Dalton) de peso molecular. Por el contrario, los aceites grasos se componen de moléculas mucho más grandes, cuyo peso es de 1000 UMA o más. Esta diferencia es crucial para comprender la razón por la cual los aceites esenciales curan y los aceites grasos no lo hacen, o al menos no de la misma manera.
Debido a su tamaño infinitesimal, las moléculas de los aceites esenciales pueden traspasar con facilidad todos los tejidos de la planta e ingresar en las células mismas a través de la pared celular. De esta manera llevan la nutrición e información al interior de la célula y transportan los productos de desecho fuera de la misma. El hecho de que sean aceites (mezclas de compuestos lipídicos) mejora su poder de penetración, permitiéndoles cubrir las las necesidades de la planta: desde la circulación total hasta el funcionamiento interno de una célula.
Todo aceite esencial que se aplique sobre el cuerpo es transdérmico (puede atravesar la piel) y puede llegar a cualquier parte del cuerpo en sólo minutos. Algunas personas pueden aplicarse un aceite - como el de menta y otros - en las plantas de los pies y saborearlo en la lengua en menos de un minuto.

Los aceites esenciales realizan muchas tareas para cumplir con las funciones de la planta. Regulan el crecimiento de la planta, como las hormonas. Ayudan al metabolismo de la planta, como las enzimas. Además, brindan la base para que el sistema inmunológico proteja proteja a la planta de los virus, las bacterias, los microbios, los hongos, los parásitos y los insectos indeseables. Cuando se corta una planta, exuda oleogomoresina (nombre técnico de los jugos de circulación de las plantas) dentro de la herida para iniciar así la curación.
Debido a que Dios creó las plantas para nosotros, sus aceites pueden sernos útiles y beneficiarnos de la misma manera que a las plantas. Por lo tanto, pueden mantener y equilibrar nuestro sistema endocrino, circulatorio, digestivo, nervioso y reproductivo. Pueden limpiar nuestras cavidades nasales y pulmones para ayudarnos a respirar mejor. Pueden ayudarnos a metabolizar nuestros nutrientes, minerales y vitaminas. También pueden elevar las defensas naturales de nuestro sistema inmunológico para que podamos combatir enfermedades con nuestras propias habilidades. Y si bien son buenos para nosotros, también pueden ser enemigos de bacterias, virus, parásitos y hongos. De esta manera pueden atacar a los agentes invasores directamente. Muchos aceites, al aplicarlos en la piel, también son eficaces repelentes de insectos. Y así como las resinas que exuda la planta llenan la herida y comienza su  proceso de curación, verter aceites esenciales sobre cortadas y heridas puede acelerar la curación y protegernos de infecciones gracias a sus capacidades antisépticas. Hasta cierto punto, la mayoría de los aceites esenciales son microbicidas.
Extracto de "Aceites Curativos de la Biblia"

Aromaterapia y aceites esenciales


La aromaterapia es la inhalación de los aceites de las plantas, denominados aceites esenciales, para mejorar el bienestar físico, mental y emocional. Los aceites esenciales son la esencia pura de las plantas, a menudo denominada la energía vital de la naturaleza, y pueden proporcionar beneficios psicológicos y físicos si se utilizan correctamente. Los aceites esenciales pueden utilizarse individualmente para la aromaterapia o con ingredientes naturales complementarios, como por ejemplo aceites vegetales o portadores.

Aromaterapia para la mejora del bienestar

La aromaterapia es una de las muchas maneras de las que se pueden disfrutar los beneficios de los aceites esenciales. Al practicar la aromaterapia es vital que sólo se utilicen aceites esenciales puros sin diluir. Los productos sintéticos del nivel de los perfumes carecen del nivel necesario de constituyentes beneficiosos, y sólo pueden ofrecer un efecto bajo o nulo.
Sólo difundiendo los aceites esenciales puros de Grado Terapéutico crear un estado de ánimo o un estado mental apropiado, o mejorar su bienestar físico.

La ciencia de la aromaterapia

Cuando se difunde un aceite esencial Young Living, se inhala y se procesa a través del olfato, que envía al cerebro los beneficios del aroma. En función de los constituyentes específicos del aceite, puede comenzar a sentir la liberación de emociones negativas, el alivio de una tensión muscular indebida, o experimentar el efecto de limpieza de los aceites a medida que su cuerpo elimina toxinas.
Existen dos formas de utilizar los aceites esenciales para la aromaterapia: la inhalación y la aplicación directa.

Inhalación

Al inhalar aceites para la aromaterapia, estas son algunas de las técnicas usadas habitualmente:
  • inhale los aceites esenciales directamente, sencillamente huélalos directamente del frasco.
  • Difunda los aceites esenciales utilizando un dispositivo que disperse el aceite en un vapor microscópico. Young Living ofrece una gama de difusores que dispersan eficazmente los beneficios aromáticos de los aceites esenciales en el aire sin dañar sus importantes constituyentes.
  • Uso de los aceites esenciales con un humidificador. Rocíe unas cuantas gotas de aceite esencial en un pañuelo de papel o en un paño pequeño y colóquelo delante del vapor saliente. No ponga el aceite directamente en el humidificador, ya que flotará sobre el agua en lugar de dispersarse con el vapor de agua.
  • Vierta agua caliente en un cuenco y añada unas cuantas gotas de aceite esencial. Baje su cara hasta unos cuantos centímetros sobre el cuenco y cubra su cabeza y el cuenco con una toalla; a continuación, respire profunda y lentamente.

Aplicación directa

Los aceites esenciales se pueden aplicar directamente sobre la piel. Asegúrese de leer la etiqueta antes de utilizar los aceites, ya que algunos aceites deben diluirse con un aceite portador, como por ejemplo el Complejo de aceite vegetal mejorado V-6 de Young Living antes de utilizarlos.
Las principales áreas de aplicación son:
  • la coronilla
  • las sienes
  • detrás de las orejas
  • el cuello
  • la parte superior de la espalda
  • el abdomen
  • sobre los órganos vitales
  • las plantas y las puntas de los pies
  • los tobillos
Los pasos de aplicación son:
  1. Ponga 2 o 3 gotas de aceite en la palma de su mano o directamente en la zona deseada.
  2. Si coloca el aceite en su mano, frótese las manos juntándolas en un movimiento circular y, a continuación, masajee el aceite sobre el punto de aplicación deseado. Si aplica el aceite directamente en la zona deseada, masajee el aceite sobre la piel con un movimiento circular. Repita el procedimiento si así lo desea.
Nota: los aceites esenciales son muy potentes, y algunos pueden irritar la piel. Si se produce irritación, aplique inmediatamente un aceite portador o un aceite vegetal puro a la zona para diluir el aceite. Lea las indicaciones en la etiqueta de cada aceite individual antes de utilizarlo.

Los productos más conocidos de Young Living para la aromaterapia

  • Thieves®: probado en universidades por sus propiedades de limpieza.
  • Purification™: excelente para limpiar el aire de impurezas.
  • Menta Piperita : difúndalo o aplíquelo externamente para reforzar la energía.
  • Limón: revitalizante y elevador, este aceite esencial tiene un alto contenido en antioxidantes.
  • Lavanda: el más versátil de todos los aceites esenciales, el aceite de lavanda es bueno para relajar la mente antes de irse a dormir.
  • Peace & Calming™: ayuda a calmar las tensiones y eleva el espíritu.

Masaje con Aceites Esenciales de Grado Terapéutico

La terapia de masaje y los aceites naturales
El tacto humano, la terapia corporal y el masaje tienen muchos efectos positivos en los músculos, las articulaciones, el sistema circulatorio y otros sistemas del organismo, y cuando se combinan con aceites naturales en masaje, crean una experiencia magnífica.
Los Aceites Esenciales Young Living ofrecen únicamente las propiedades naturales más puras y más potentes de cada planta, y contienen el nivel óptimo de sustancias terapéuticas para obtener los resultados de masaje más benéficos.

Terapia de masaje para un mayor bienestar

La terapia de masaje —el tratamiento y práctica de manipulación de los tejidos blandos con fines físicos, funcionales y psicológicos— involucra masajes del cuerpo de la persona de modo que aumente el bienestar general. La presión en lugares específicos del cuerpo normalmente se aplica con manos y codos, y se dice que tiene numerosos beneficios para la salud.
La terapia de masaje data de más de 3,000 años. Los chinos, los hindúes, los egipcios, los persas y los antiguos griegos la utilizaron y los beneficios terapéuticos de varios tipos de masajes han sido documentados durante siglos.

La ciencia de la terapia de masaje

Se ha demostrado que la terapia de masaje posee una amplia gama de beneficios. Los efectos del tacto promueven todos los aspectos del bienestar. Los aceites naturales intensifican aún más los beneficios de la terapia de masaje gracias a que hacen posible un alivio tópico y aromático dirigido. 
La aplicación tópica de estos aceites específicos en distintas áreas del cuerpo brinda armonía y estimula una experiencia de bienestar verdaderamente holística. A continuación se presentan unas técnicas de uso común para automasaje:
  • Masaje de la cabeza: Frote aceites naturales en la base del cráneo, la coronilla de la cabeza o en las sienes, con un movimiento circular.
  • Masaje de la cara: Coloque unas cuantas gotas de aceites naturales en sus manos y frótelas. Coloque sus manos muy cerca de su cara como si fuera a cubrirla; el calor de sus manos y el aroma de los aceites le ayudarán a relajarse.
  • Masaje de la quijada: Frote 1 ó 2 gotas de aceite en el punto blando que se encuentra justo debajo del lóbulo de su oreja para liberar la tensión.
  • Masaje del torso: Para subir su energía rápidamente, frote aceites en la zona que se encuentra encima de los riñones.
  • Masaje de los pies: Hay muchos puntos de presión en los pies que corresponden a otros sistemas corporales. Frotar las plantas de los pies con aceites naturales es una manera estupenda de liberar la tensión.

    Los productos más populares de Young Living para terapia de masaje

    • Valor: La fortalecedora combinación de aceites naturales de calidad terapéutica que trabaja los aspectos físicos y espirituales del cuerpo.
    • Pepeprmint: Excelente para relajar músculos tensos.
    • Lavender: Aceite relajante de renombre por sus beneficios que mejoran la piel.